martes, 21 de diciembre de 2010

¿Qué necesitamos para hacer el Camino de Santiago?

No hace falta decir que todo peregrino que se decide a realizar el Camino de Santiago precisa, al menos, de cierta preparación. Aunque en principio es factible que toda persona que lo desee puede aventurarse a realizar el Camino, haya o no caminado antes en su vida, tenemos que reconocer que sin embargo, conviene prepararse bien físicamente antes de comenzar esta aventura.
La preparación física de un peregrino no exige un excelente estado de forma ni la realización de duros entrenamientos, pero desde luego, no podemos negar el hecho de que caminar largos trayectos durante tantos días seguidos exige al menos cierta preparación previa.
De hecho, esta preparación es la clave para que nuestra aventura pueda llegar a buen término, además de hacerla mucho más agradable y llevadera.

La mejor forma de prepararnos es caminar en parecidas condiciones a las que lo haremos cuando realicemos El Camino. Esto conlleva llevar una ropa parecida, una carga similar, mismo calzado, etc. Pero si nunca hemos realizado largos trayectos caminando, conviene iniciarnos de forma progresiva. Primero sin peso y distancias más cortas, para después ir incrementando progresivamente las distancias, la dureza de los recorridos, y la carga que llevemos a la espalda. Y también deberíamos intentar salir a caminar incluso los días que llueva o haga mal tiempo, pues nos podemos encontrar con esas mismas condiciones cuando realicemos El Camino.

También deberíamos pensar bien cómo queremos realizarlo. Es decir, elegir nuestra ruta, elegir fechas y planificar bien el recorrido, paradas y demás. Sin duda no es lo mismo realizar El Camino en condiciones calurosas que en condiciones de lluvia y frío. Generalmente, se deben evitar el alto calor veraniego y la gran saturación que en estas fechas se produce.

En cuanto a qué debemos llevar, dependerá de las fechas y condiciones en que vayamos a realizarlo, pero sin duda, lo más importante es un buen calzado bien adaptado a nuestros pies.

Por lo general, se consideran elementos básicos los siguientes:
- En verano, gorra, gafas de sol y crema protectora.
- 3 camisetas, 2 pantalones y 3 mudas.
- DNI, guía práctica y credencial del peregrino.
- Sandalias y deportivas o botas cómodas.
- Saco de dormir y esterilla.
- Identificativo del peregrino (concha o vieira).
- Mochila: no debería exceder de la décima parte del peso del peregrino, con un máximo de unos 9 kg.
No olvidar una toalla pequeña, jabón, botella de agua, juego de cubiertos, bolsa de aseo, funda de almohada, tarjeta de crédito y escaso dinero suelto.

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